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Arquitectos: AF6 Arquitectos.
- Área: 2241 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Jesús Granada
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Proveedores: Mitsubishi Electric
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto desarrolla sobre un antiguo conjunto alfarero un centro de exposiciones de cerámica, un espacio de interpretación sobre itinerarios turísticos de Triana y espacios para las actividades comerciales y productivas de la fábrica Cerámica Santa Ana.
TRIANA
En Sevilla cruzar el río y llegar a Triana supone atravesar imaginariamente una frontera donde las lógicas de la generación de la ciudad histórica se disuelven. Triana es un barrio que se genera y se muestra desde una escala menuda, cercana, casi doméstica. Se trata de un conjunto urbano complejo que entremezcla corrales de vecinos, talleres artesanales, viviendas populares y crecimientos residenciales de mediados del siglo XX. En Triana se produce la convivencia de actividades artesanas y cotidianas de enorme tradición (alfares, flamenco,...) fuertemente identificadas con el lugar y con un claro reflejo en la calle, llena de actividad y bullicio. Triana es un lugar en el que descubrir el placer de lo cotidiano.
La producción de cerámica fue una de las actividades artesanales en las que se fundamenta el desarrollo de Triana desde su origen, por este motivo existe una fuerte identidad entre el barrio y la actividad alfarera. Nos encontramos así ante un territorio con enorme atractivo para la acción arquitectónica contemporánea, donde no existen edificios públicos de gran escala, sino lugares para la alteración, la infiltración, a través de leves modificaciones con capacidad para descubrir nuevas posibilidades en el uso en un tejido heterogéneo y diverso
PATRIMONIO. CONDICIONES
El conjunto se muestra al exterior con una imagen heterogénea que nos cuenta una historia vinculada a la cultura de Triana (industria alfarera, comercio, vivienda). Son dos parcelas interconectadas donde existen tres edificios adosados con fachadas diferentes hacia la calle.
El primero sirve de acceso al conjunto y está revestido con singulares azulejos publicitarios de Cerámica Santa Ana conformando la esquina que mira a la Plaza del Altozano desde donde arranca el Puente de Triana. El segundo edificio, de menor altura, tiene aspecto más fabril y austero. El tercer edificio era una casa de pisos de tres plantas con acceso independiente desde la calle.
La antigua fábrica mantuvo su uso hasta finales del siglo XX. Esta situación ha permitido que los elementos que lo componen se encuentren en su mayoría completos y ubicados en su contexto original: siete hornos de cocción cerámica, pozos de agua, molinos y depósitos de pigmentos, talleres y almacenes. Durante las excavaciones arqueológicas realizadas se han encontrado restos de otros ocho hornos, los más antiguos fueron utilizados hasta finales del siglo XVI. Dos ellos han sido integrados en el proyecto. La antigua fábrica no ve se desde la calle, se encuentra escondida detrás de los edificios que configuran su imagen urbana.
ESTRATEGIAS.
El conjunto es fruto de un proceso histórico donde la colonización del espacio interior no se fundamenta en la forma sino en resolver las necesidades que han ido surgiendo: fabricar, ampliar, alojar, almacenar, modernizar. El proyecto se plantea como un proceso más, desde una mirada contemporánea, que pone en valor esta convivencia.
El Centro de la Cerámica de Triana se infiltra en la compleja trama parcelaria del arrabal de Triana, generando un paisaje urbano interior de gran riqueza espacial. Las nuevas construcciones adaptan su altura y su forma a la de los edificios existentes en el conjunto. El proyecto no pretende ser un referente visual desde el exterior que altere el perfil de Triana. No hay fachada. El conjunto será como un regalo, que se descubre cuando nos adentramos en él.
PLANTA BAJA. RECORRIDO FABRIL. LABERINTO
El edificio se organiza en planta baja como un recorrido continuo, a modo de paseo entre los hornos del conjunto alfarero. El acceso se realiza desde la calle San Jorge. La planta baja es compartida por la tienda, nuevo taller cerámico y la antigua fábrica donde se desarrollan los espacios expositivos.
Se narra el proceso productivo de la cerámica utilizando elementos originales de este alfar insertos en su contexto original. Se propone un recorrido laberíntico entre hornos cerámicos y espacios antiguos de la fábrica que comunican al visitante cómo se producía la cerámica en Triana. Se trabaja a través de una metodología arqueológica, sin borrar huellas temporales de la pequeña memoria de los espacios (humo, desorden, azar, ladrillos, madera, cenizas) que forman parte del patrimonio.
PLANTA PRIMERA.SALAS DE EXPOSICIONES. PAISAJE ALFAR.
En la planta primera, a través de un espacio suspendido envuelto por cerámica rodeando al conjunto alfarero, se ofrece la nueva zona para exposiciones. Se trata de un edificio independiente con una lógica inversa a la de la planta baja. Abajo el proyecto es un laberinto en contacto con el suelo. Arriba el proyecto se separa físicamente de la planta baja con una estructura independiente y configura un recorrido rectangular nítido que se apoya en las medianeras.
La forma resultante se adapta a la geometría específica de cada conjunto de hornos, que incluso podrían hipotéticamente volver a funcionar. Durante el recorrido el espacio se dilata y se contrae. En las dilataciones se desarrollan las exposiciones, en las contracciones se producen las miradas al conjunto alfarero. Se suceden los espacios para la exposición permanente de cerámica: Medieval, Renacentista, Barroca y s.XIX-XX.
En el centro de la parcela emerge el antiguo edificio de ladrillo donde trabajaban los pintores, convertida en una sala para exposiciones temporales. Hacia la calle se desarrolla un espacio denominado “Aquí Triana” para la interpretación de itinerarios turísticos por el barrio.
La envolvente con la que se construyen las fachadas interiores de la planta primera refuerza el concepto de proceso de acumulación con el que se construye el proyecto. Una subestructura de acero galvanizado a modo de gran estantería sirve de apoyo para el apilamiento aparentemente desordenado de piezas cerámicas huecas de cuatro tamaños diferentes. Esta acción permite la protección solar en función de la orientación y de las diferentes miradas hacia el conjunto alfarero.